quarta-feira, 14 de julho de 2021

44 - EL POEMA QUE TE ESCRIBIRÍA

 Todos aquellos pensamientos de Masetti sobre nuestras percepciones del mundo se fueron desarrollando hasta el siguiente momento en que pudo compartir una conversación con Sofía. Cuando él se los transmitió, ella dijo que nada de todo aquello le importaba.

-¿No te importa?- Se sorprendió él.- ¿Cómo no te va a importar? todos esos campos, inmersos unos en otros, son la acción continua de los mundos que te envuelven sobre tus sensaciones.-

-Puede que lo sean. -Respondió ella- están ahí, alrededor, y pueden influir, pero el foco de mi atención sobre mis sensaciones lo elijo yo, y elijo en cada momento lo que más me importa.-

-¿Y qué es lo que más te importa?-

-Me importa hacer bien el trabajo que he escogido, que es proporcionar cariño, cuidados e instrucción a mis niños, que no están todo el día comiéndose el coco, como parece que estás tú, sino jugando para divertirse, aprendiendo en el juego, desarrollando su ser y viviendo el momento. Me importa pensar y sentir sobre lo que soy y lo que siento, y sobre lo que quiero y lo que no quiero. El resto es secundario y no me concentro tanto..-

-Pero todo eso puede cambiar bruscamente por la acción del mundo exterior, como cuando llegaron de repente los ingleses.

-También puede cambiar por que alguien querido caiga enfermo, o por cualquier otro motivo... ¿Pero sabes lo que te digo? Pues que me pondré a intentar resolver lo que esté a mi alcance resolver cuando llegue ese momento, igual que resolvimos llevarnos los niños al valle del Rosal cuando se presentó la posibilidad de un ataque a Vigo. Pero no voy a estar pensando en esas cosas con un día tan bonito como el de hoy. Cuando sea necesario me ocuparé, entretanto no voy a pre-ocuparme.-

 

De la farsa del teatro del mundo en que vivimos -se quedó pensando Masetti-  nuestro ser-actor acaba buscando extraer evidencias, encontrando las primeras sensaciones de la vida, las más puras, aquellas que recibimos como amor de nuestra familia, durante nuestros primeros años de existencia sobre este plano. 

 Parece que todos vengamos ya con un panorama mental hecho por nuestras sensaciones, experiencias y vivencias, juntados a todo nuestro gran conglomerado de influencias colectivas. 

 A pesar de ese gigantesco campo de influencias que nos rodea a cada momento, lo grande del ser humano es que somos capaces de crear nuestra propia visión, sentimientos y pensamientos  y acciones resultantes de todo ello. Además, cada descubrimiento original por parte nuestra, ya positivo o negativo, si es intenso, se convierte en una gran influencia para el resto del colectivo.

 Masetti sintió de repente que la sola existencia de aquel ser llamado Sofía le devolvía las sensaciones más puras del verdadero amor vivido entre su familia en su infancia.

 Todo a su alrededor se hizo primavera.


Como ya eran grandísimos amigos, Gaspare visitaba con harta frecuencia a Telmo y le transmitía en sus conversas, sin citar nombres, todas sus elucubraciones interiores. Conversando con él, se ordenaban y se aclaraban sus monólogos interiores, incluso, a veces, conseguía hasta darles una forma concluyente y expresarla.- 

A los pocos días de su encuentro con Sofía, Gaspare encontró, ojeando el cuaderno de Telmo, un poema que le conmovió, porque expresaba, en palabras mucho más bellas que todas las que pudiese imaginar, exactamente lo que él sentía por Sofía. 

-Puedes quedártelo- le dijo el poeta con una cierta saudade- la persona para quien lo escribí no tenía, la verdad, la altura de esos versos. La vestí con ellos en mi imaginación, pero enseguida pude ver que le quedaban demasiado grandes.-

Con el permiso de su amigo, lo escribió con letra cuidada en el mejor papel francés que pudo hallar, papel rosa y perfumado, compró un gran ramo de rosas rojas, y se decidió a llevárselo él mismo a su amada.

Su madre abrió la puerta, él le dio la primera rosa y le solicitó hablar un momento con su hija, con lo que doña Merche se dio cuenta enseguida que no se trataba de una visita habitual. Al poco rato las dos se hallaban sentadas ante él, en el salón modesto pero elegante de la casa, y después de cumplimentarlo como marcaba el protocolo, la buena señora hizo discretamente mutis por el foro, diciendo que iba a traer un refresco para el visitante.

 Entonces, Gaspare ofreció el ramo y dijo: -Si yo fuese poeta escribiría para ti, Sofía, el más bello poema. Como no lo soy, sino un hombre corriente, me atreví a pedirle a tu hermano éste, que dice todo lo que yo no sabría cómo decirte.-


 Arribando a tu puerto

 Hastiado de las guerras y el tirano,

de palabras surcando solo el viento,

que simulaban paz y hoy son lamento,

ahíto de doctrinas del humano,

que predican amor hacia el hermano,

mas mustias quedan en el pensamiento,

ha arribado mi triste sentimiento,

oh, mujer, a tu puerto soberano.

Y he visto en ti esa luz, esa verdad,

que no encontré en los libros ni en naciones,

esa fraternidad tan añorada,

que cosechas, fecunda, en tus acciones.

¿paz, justicia, hermandad y lealtad?

¡Las que se hospedan en tu pecho, amada!

Que él acoja también mis ilusiones

y que sea mi guía y mi morada.


 Ella lo leyó despacio, escrutándolo por encima del papel algunas veces. Luego lo volvió a leer. Su expresión era seria y concentrada. Masetti se sentía derretido por dentro. Cuando terminó, se lo quedó mirando a los ojos, sin decir nada.

 -No tengo como ocultar lo que siento por ti y tampoco quiero, y tú lo sabes.-

 -Ya.-

 -Quisiera que fueses mi esposa, vivir contigo, amarte, y crear una familia.-

 -¿Es que tú no sabes ya lo que siento yo?.-

 No hubo más palabras, él se acercó a su cara y ella le dejó.

 Un beso profundo.

 Una inundación de oculta pasión para ambos.

 

En los días siguientes, Sofía quiso concretar con Gaspare la clase de hombre que le interesaba:

 -Anhelo el mejor padre para mis hijos, no sólo un colaborador amoroso para criar y educar a los que pueda tener con él, sino que me permita seguir ayudando a criar y educar a los otros niños que la vida me ha puesto en el camino por su pura necesidad, como esos catorce que conoces, o los que puedan aparecer más adelante.-

 -Sólo puedo prometerte que, caminando por mi propio rumbo, haré lo que esté en mi mano para acompañar el tuyo y colaborarte en todo lo que te pueda hacer feliz.-

 Ella se puso muy contenta, lo abrazó.

 -Soy muy exigente: Aunque seas emiliano-romañés, quiero que seas mi romano, los romanos trajeron la civilización a esta tierra. Ayúdame a seguirla civilizando, hasta que deje de haber niños abandonados en ella.-

-No te puedo ofrecer lo que no soy, sólo lo que soy. Pero si con lo que puedes ver que soy te puedo ayudar a ser feliz, yo estaré feliz .- Respondió él.

 Con Florencio preparando la visita y actuando como su valedor y padrino, Masetti consiguió que los padres de Sofía le recibiesen formalmente, la llamasen para escuchar si consentía y luego diesen su aprobación al noviazgo. 

 Con todo, a falta de un familiar suyo, la palabra "romano" era suficientemente prestigiosa para avalar el linaje del novio. Roma no es ajena a ningún latino, es Madre Patria o Madre Abuela. Gaspare era un súbdito directo del Papa de los cristianos y un caballero industrial, se había comportado muy bien durante la defensa de Samil y Alcabre, era simpático, culto y gentil. Estaban todos encantados.


CONTINÚA MAÑANA

 

 

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