sábado, 17 de julho de 2021

63 - AÑOS FELICES

 Aquellos años de paz, que coincidieron con el nacimiento y el primer desarrollo de su hijo Sixto, fueron felicísimos para Gaspare y Sofía. Tras la decisión de doblar la producción de licores finos, decidieron postergar  la compra de una casa, que era el primer proyecto que tenían y, en su lugar, alquilaron una bastante elegante en Santiago de Vigo, aunque, la verdad, sólo la usaban desde la hora del atardecer, por la noche y durante los domingos. 

Los días laborables, en cuanto Sofía se repuso bien de su maternidad, uno de los carros de la fábrica los iba a buscar a su casa de mañana, dejaba a Masetti en su trabajo y llevaba a Sofía y al bebé en la Casa de los Hermanos de Teis. Cada uno almorzaba por su cuenta, ella con los catorce huérfanos y las voluntarias que hubiese, y él en una fonda de Guixar cercana a la fábrica o en la biblioteca, mientras tomada cualquier cosa preparada sin casi prestarle atención.

 Sólo algo antes del atardecer, el carro los iba a buscar y los devolvía a ambos y al hijo a la casa de Santiago de Vigo, donde una muchacha contratada les servía la cena y luego hacía de niñera, para que ellos pudiesen compartir un poco de intimidad.

Masetti, efectivamente, consiguió doblar su producción de gama alta, contratando al doble de trabajadores y ampliando la fábrica hacia atrás hasta que prácticamente se quedó sin jardín. Antes de transcurrir un año, Florencio Delgado consiguió pedidos importantes para sus productos en Nueva España, Cartagena de Indias, Montevideo y Buenos Aires. Los barcos de Marcó los llevaban, sus seguros protegían el envío y su casa de finanzas le pagaba su parte cumplidamente. Viva la paz y el comercio libre de amenazas.

Al año siguiente los pedidos le llegaron también de los Estados Unidos y del Brasil y hasta un comerciante portugués de Oporto, recomendado por Delgado, le visitó y le encomendó una partida de cajas de Canopa Don Sixto para ser presentadas a sus clientes británicos.

Gaspare sólo tenía tiempo de compartir con su mujer y su hijo los domingos y entonces les daba completa atención y muchas atenciones durante el día todo.  durante la semana, estaba con Sixto apenas una o dos horas antes de mandarlo a dormir, pero eran las horas más bellas para él, disfrutando de todas las expresiones del bebé. Era el descubrimiento de la ternura y del amor incondicional. El preocuparse por alguien más que por uno mismo, que era preocuparse por la Vida, su mejoramiento y su continuidad. Toda la idolatría italiana por la familia que mamó en su infancia en Crevalcore, afloraba a raudales en él.

Y, cuando trabajaba, se esforzaba mucho más, al tiempo que se cuidaba mejor,  porque ahora trabajaba y cuidaba su salud por su familia, por el bienestar de la descendencia y, cuando las noticias internacionales se volvían amenazantes, temblaba por su mujer y su hijo y se juraba que los defendería hasta la muerte, a ellos y a los bienes que para ellos acumulaba. La energía regresaba a él, después de un extenuante día de trabajo, cuando cogía a su hijito en los brazos.

Sofía, por su parte, no parecía tan enmadrada como él, se lo tomaba con la naturalidad de haber hecho de madre de familia numerosa durante varios años más. Era una madre veterana, y su cuidado de su hijo, aunque atento, no disminuía el cuidado que seguía prodigando al grupo de huérfanos, que a veces se mostraban como excelentes niñeros.

También compartía con ellos cuando tenía oportunidad, y celebraba cuanto preguntaban y cuando veía que habían comprendido. Él mismo contribuyó a  enseñarles a leer y a escribir y les talló almenas, ventanas y puertas levadizas con un formón a unas cajas de madera de la fábrica, para que los críos jugasen con ellas a los castillos. 

A veces les leía en italiano partes de la Divina Comedia del Dante, haciendo teatro para que entendiesen lo que estaba ocurriendo por sus gestos. Sin embargo, los niños aprendieron de memoria algunas estrofas, y cuando él llegaba gritando que era la puerta del Infierno, los chavales respondían al unísono, poniendo caras de pavor:

-“¡¡Lasciate ogni speranza voi chentrate!!

Algún domingo, un poco más adelante, durante el verano, Masetti mandaba traer tres carros de la fábrica y se llevaba a Sofía, Sixto y toda la rapaceada de la Casa de los hermanos, con el permiso de don Camilo, a pasar el día en la playa de Samil, donde les hablaba de su defensa contra la posible invasión inglesa, o en la del Bao, más al sur, situada frente a la isla de Toralla, donde podían correr y extenderse con libertad sobre un gran plano de arena en el que los adultos los tenían a buen ojo. De ninguna manera les permitió acercarse a la orla de la playa, ni siquiera a la zona de arena húmeda. 

La comida colectiva bajo los pinos era una fiesta. Los gallegos cultivaban en sus campos maíz de las Indias para las gallinas y unos tubérculos venidos del Perú, a los que llamaban patatas, y habían aprendido a hacer con ellas, más huevo, sal y cebolla, todo mezclado y frito en sartén, algo a lo que se llamaba "tortilla española" y que, metido en trozos entre dos pedazos de pan, daba un plato lindo de color, gustoso y muy nutritivo, ideal para llevar al campo.


Tanto británicos como franceses incumplieron el tratado de Amiens, y en apenas un año, rompieron hostilidades entre ellos. El objeto del conflicto había cambiado, para los anglos, desde el deseo de restaurar la legítima monarquía en Francia,  al claro empeño de acabar con el peligrosísimo Napoleón Bonaparte y con la descomunal fuerza militar terrestre de Francia, Así que redobló su financiación y sus intrigas para unir a Europa contra aquel genio de la guerra, y después de eliminarlo, seguir manteniéndola dividida.

Por su parte, el Corso creó un inmenso campo de ejercicios y maniobras militares enfrente de Inglaterra, en Boulogne-Sur-Mer, y comenzó a entrenar allí a ciento ochenta mil soldados para cruzar el Canal de la Mancha, invadir Gran Bretaña y acabar con su predominio naval y con su principal competidor para el dominio del mundo, al tiempo que intentaba rebelar contra sus seculares opresores al pueblo mártir de Irlanda.

El resto de naciones  apostaron por uno u otro posible vencedor y escogieron su campo. Después e que Napoleón venciese definitivamente al Austria en la batalla multitudinaria de  Hohenlinden y en Marengo, obligándola a aceptar en 1801 el control francés sobre el Rin y la creación de repúblicas-títere en Italia y los Países Bajos; después de que amenazase de invasión a Dinamarca y Portugal si continuaban comerciando con Inglaterra, Godoy no tuvo más remedio que seguir apostando por Napoleón.


Pero hizo malabarismos diplomáticos para parecer neutral, a fin de mantener la paz con Inglaterra, mientras recuperaba el imprescindible  comercio con las Indias y la regeneración de la economía española y el tesoro real consecuente. Entre 1802 y 1804, más de mil cuarenta naves hispanas cruzaron hacia las Américas, varias de ellas transportando los preciosos licores finos de Masetti.


Europa se conmocionó al conocerse la noticia de que en la madrugada del 21 de marzo de 1804, Napoléon, después de enviar un comando militar a secuestrar, bien lejos de la frontera francesa, al descendiente adulto más legítimo del rey borbón guillotinado, ordenó el fusilamiento, en los fosos del castillo de Vicennes, a las afueras de París, del Duque de Enghien, primo de Luis XVI. Un tribunal militar lo condenó a muerte “por inteligencia con el enemigo, alta traición y complicidad de complot”. Se supo que al secuestrado se le negó la petición de derecho de gracia y otras elementales opciones de defensa jurídica civilizada. 

 

Como una cortina de humo cara al público, aquel mismo día se promulgó el Codigo Civil Francés, que derogaba todas las leyes del Viejo Régimen aún vigentes, sustituyéndolas por otras, elaboradas por una comisión y supervisadas por Bonaparte, que eran la expresión de la burguesía en el poder y que serían, en adelante, las mismas para todas las provincias francesas.

Napoleón había centralizado toda la administración bajo su mando en pirámide jerárquica; Además de sus victorias militares, consiguió  un período de una cierta prosperidad  y mejoras urbanísticas, dotando a las principales ciudades de su primera red de alcantarillado y controló la prensa y la propaganda para hacer creer que se diferenciaba del absolutismo, porque establecía la división de los tres poderes. Sin embargo, tras la fachada, los tres estaban bajo sus órdenes. 

 Con aquella misma manipulación de la opinión pública y, una vez asesinado el pretendiente a la corona, consiguió que, en Mayo 1804, su Senado de palmeros hiciese una propuesta para que, a su muerte, el poder legítimo fuese a un heredero designado por "el Salvador de la Patria", y no volviese a los Borbones. Napoleón fingió que no lo aceptaría a no ser que el propio pueblo, además de sus representantes,  se lo pidiese por medio de un plebiscito, de manera que su consagración fuese por la gracia del pueblo, y no por la "gracia de Dios", como la de los reyes absolutos. 

Así pues, se hizo un referendum en Noviembre de 1804 y, aunque la mitad del electorado, que era de siete millones, se abstuvo de votar, los que sí votaron le dieron el sí por una abrumadora mayoría. 




-¿Te has enterado de lo del Cónsul Vitalicio Bonaparte en Notre-Dame?- Preguntó Gaspare a Sofía.

-No, ¿Qué ha ocurrido?-

-Pues que ya no es cónsul vitalicio de la República, mi amor, el día 28 de mayo se ha coronado como emperador y tampoco hay más república en Francia, sino imperio, monarquía hereditaria..
´
-Bueno... ¡Estás de broma! ¡No puede ser!-

-Creo que quien está de broma es él, Sofía... después de coronarse a sí mismo por su propia mano, en pie y delante del Papa, ha coronado a su esposa Josefina como emperatriz; y todo, con el más elegante estilo romano-cesariano.-

Sofía no acababa de creerlo, hasta que su hermano Telmo apareció con un periódico y se lo confirmó.

Los dos días siguientes, ella se estuvo callada, esquiva y con dolor de cabeza en la cama, sin querer hacer ningún comentario. En el tercero, cuando alguien tocó el tema, dijo:

-Bueno... Si las repúblicas no dieron buen resultado, seguro que será un emperador más competente y progresista que la mayoría de los reyes europeos, y que se preocupará más que ellos por dar bienestar y justicia a la base de su pueblo, que será su principal apoyo.-



CONTINÚA MAÑANA.

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